Qué se adecua más a mi, el Yoga o el Pilates?

La pregunta del millón. Son lo mismo? En qué se diferencian y qué beneficios te pueden aportar?

Pilates

Has llegado al gran dilema, la pregunta del millón? Qué es lo que más te conviene, qué mé va a ayudar más, el Yoga o el Pilates? Son lo mismo? En qué se diferencian? Vamos a ver las ventajas del Yoga y del Pilates con respecto a:

  1. ‍Musculación y tonificación
  2. ‍Rehabilitación
  3. ‍Relajación y desestrés
  4. Elasticidad y corrección postural

      1. Rehabilitación

El Yoga es una práctica que cuando es dirigida por un instructor con sólidos conocimientos de los ejercicios del yoga y una buena formación en fisiología, puede acelerar la recuperación de lesiones y mejorar las condiciones músculo-esqueléticas de quien lo practica, así como prevenir recaídas en lesiones antiguas. Pero debemos decir que no se trata de una práctica diseñada y enfocada expresamente a la rehabilitación. Para ello surgió el Pilates surgió en los años treinta, con la finalidad específica de rehabilitar mediante el movimiento. Los ejercicios del Pilates están diseñados, entre otros, para recuperar de lesiones, reducir dolores musculares y mejorar la mecánica del movimiento funcional mediante la atención y la concentración en el cuerpo. Junto con el Pilates, enctontramos los ejercicios Hipopresivos o LPF (Low Pressure Fitness) como una herramienta más en la rehabilitación miofascial en ciertas lesiones o patologías.

      2. Musculación y tonficación

El Yoga y el Pilates son prácticas ideales para tonificar la musculatura de manera integral, en todo el cuerpo, de una manera muy equilibrada. El Yoga utiliza únicamente el peso corporal y no necesita de ningún accesorio en ninguna de sus modalidades. Mientras que el Pilates ha ido incorporando accesorios que permiten a cualquier practicante realizar el trabajo muscular específico que se busca en cada sesión, sin necesidad de tener un gran bagaje ni una especial propiocepción. Esto hace del Pilates un trabajo muscular de cordinación muy asequible a cualquier practicante, aunque técnicamente complejo, y de mayor instensidad y con resultados más rápidos que el Yoga en lo que se refiere a la musculación. Yoga y Pilates son actividades de consumo calórico que van a repercutir sin duda alguna en una pérdida de peso.

      3. Relajación y desestrés

Practicar ejercicio unos minutos al día está en el top 5 de trucos para desestresarse. Si además ese ejercicio va acompañado de atención corporal y silencio mental, tenemos la partida ganada al estrés, tanto si nos decantemos por el Pilates como si lo hacemos por el Yoga. El Yoga tiene su origen en la espiritualidad hindú, en la búsqueda de la unidad a través de la consciencia y mediante la meditación. Esta espiritualidad está presente, en mayor o menor grado, en todas las sesiones de Yoga. En cambio la finalidad del Pilates no es explícitamente espiritual, aunque la ejecución de todos los ejercicios debe partir de los cinco principios básicos del Pilates, entre los cuales está la concentración y la respiración: dos fundamentos comunes a la meditación hindú. La concentración en el cuerpo y en la respiración vacían la mente de pensamientos para que el cuerpo pueda moverse con precisión y fluidez durante la sesión. Ciertamente se trata de técnicas de respiración totalmente diferentes, el Pranayama en el caso de Yoga (en el que poco se profundiza en la mayoría de centros de Yoga), y la respiración diafragmática en el Pilates, centrada en el core o powerhouse. La finalidad de ambas es alimentar los sistemas orgánicos y musculares, y establecer una base para la concentración.

      4. Elasticidad y corrección postural

El Yoga recurre a posturas estáticas combinadas con estiramientos musculares para conseguir elasticidad y tonificación muscular. El Pilates es más dinámico, utiliza el movimiento y la articulación de todo el cuerpo, lo que repercute en una mayor elasticidad pero sobre todo en una mejor movilidad articular, para lo cual recurre a barras de ballet y a accesorios, o bien a máquinas como el reformer o el cadillac. Los ejercicios hipopresivos LPF son una muy interesante alternativa al Pilates en lo que respecta a la mejora postural.

En ambos casos obtenemos un mayor rango de movilidad, movimientos más eficaces y funcionales aplicados al día a día, y la corrección de malas posturas corporales, que en resumen van a reducir tensiones, dolores y riesgo de lesión, y nos van a devolver un mayor bienestar mental. Porque la mente está más sana en un cuerpo sano.

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